El capital asegurado dependerá del valor de la vivienda y las infraestructuras fijas (radiadores, persianas…). Lo que llamamos “continente”.
CONTINENTE: es todo lo que permanecería si le dieras la vuelta a la casa, la estructura: los suelos, las paredes, las ventanas… Para calcular el valor del continente, multiplica los metros cuadrados de tu casa por lo que ha costado construirlos según sea la calidad de construcción de tu vivienda (y sin tener en cuenta el coste del suelo).